Ubicada en el pequeño pueblo de Deià, elegido como lugar de descanso o residencia por numerosos escritores y artistas, sus casas señoriales se encuentran rodeadas de exuberantes jardines y huertos de cítricos.

Aprender a pintar, explorar los tesoros culturales de la región o realizar una excursión por las montañas acompañado de los burros que transportarán una deliciosa merienda. Culminar un perfecto día de campo paseando por los olivares y disfrutando de una inolvidable puesta de sol.

Todas sus habitaciones tienen un diseño y una decoración exclusivos, no hay dos iguales. Las habitaciones individuales y dobles son amplias y luminosas y están decoradas con antigüedades mallorquinas y obras de arte locales, por lo que rebosan identidad, encanto y ambiente.