29.01.18 Julián Acebes

 

 

Desde que abrieron sus puertas, lo hemos visitado varias veces, y ahora ya lo podemos confirmar: Fismuler va cada día a mejor, funciona mejor y sabe mejor. Está claro que ha habido un rodaje y un tiempo de adaptación ya superados, y por el resultado conseguido, con nota.

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El restaurante de Nino Redruello y Patxi Zumarraga sigue apostando por una propuesta gastronómica que parece desenfadada y facilona, pero nada que ver, todos los platos que hemos probado en esta última visita nos han sorprendido por su sabor y su personalidad.

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Puerro parrilla, yema curada y trufa / Arroz con almejas y alcachofas / Chipirones frescos plancha, setas / Corvina parrilla, coles, ajada / Rape a la brasa, acelgas / Escalope vienés, homenaje a Figlmüller / Tarta de queso / Sangría de cava /

Todos los platos en su punto perfecto, presentación sencilla y correcta, mención especial a la tarta de queso, que pasará mucho tiempo y seguirá en la carta de Fismuler; el arroz con almejas y alcachofas simplemente perfecto, en muchos lugares especializados en arroz no consiguen este nivel; un servicio atento y cercano con ganas de agradar y facilitar las cosas al comensal.

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Ticket por persona dentro de esa fórmula mágica de los 40-45 €, seguramente que mirando los precios te lo puedes hacer por menos, pero nosotros no miramos el precio hasta el final. En sitios como Fismuler da gusto pagar la factura para todo lo que recibes.

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Cocina de producto, divertida y sana, Nino y Patxi juegan con las texturas, los contrastes, los colores y los resultados son de 10, una comida que le gusta a todo el mundo grandes y pequeños.

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¿Lentejas salteadas, gamba roja y panceta, con aires nórdicos e industriales? Sí, ellos lo consiguen, ellos controlan la tecla donde hay que tocar para que comer en su casa sea una experiencia para repetirla una y otra vez.

Nino y Patxi, larga vida a Fismuler.

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Fismuler 

Calle Sagasta, 29

28004 Madrid

fismuler.es