GASTROMADRID
REVISTA GASTRONOMÍCA Y +
Hoteles para las primeras nieves (y el puente que se avecina)
26.11.18 Mar Mateos
Mientras llueve en prácticamente toda España, la nieve invita a subir a la montaña y acercarnos a la naturaleza; pero, sobre todo, hay ya ganas de esquí. Así que se hace imprescindible elegir un buen hotel en el que alojarse, contemplar las pistas y aprovechar otros placeres que se antojan deliciosos a unos cuantos miles de metros de altura.
En Soldeu, a unos 20 kilómetros de Andorra, se encuentra el Sport Hotel Hermitage & Spa el único cinco estrellas en las pistas de Grandvalira, miembro de Leading Hotels of the World. En él, todos sus huéspedes tienen acceso a un spa de 5.000 metros cuadrados y cuenta, además, con una oferta gastronómica a cargo de los chefs Nandu Jubany y Hideki Matsuhisa, ambos con una estrella Michelin.
Mucho más al sur, mirando a Sierra Nevada, El Lodge, es la mejor propuesta para descansar tras una jornada de esquí. Construido en madera finlandesa, cuenta con 20 espaciosas habitaciones decoradas por el diseñador de interiores Andrew Martin, que se ha preocupado por integrarlas en el entorno natural. Cuenta con dos piscinas, sauna, gimnasio y cabinas de tratamientos y masaje y un servicio exclusivo de alquiler de equipo y calentamiento de botas, así como acceso directo a las pistas. La oferta gastro incluye cuatro restaurantes en los que degustar caviar de Riofrío, el primero con certificado orgánico que se produce a pocos kilómetros de Sierra Nevada.
En Baqueira Beret, a 1.700 metros de altura y a escasos metros del telesilla de Esquirós, se encuentra La Pleta, el mejor hotel de esquí de España en 2014. Un cinco estrellas de 76 habitaciones, de aspecto rústico y techos de madera con varios restaurantes especializados en toda clase de cocinas. Tiene club infantil, monitores y habitaciones familiares, además de un spa de montaña con piscina climatizada, jacuzzi, gimnasio y exclusivos tratamientos de belleza.
GRAN HOTEL DEL BALNEARIO DE PANTICOSA
Y, junto a la estación de Formigal, el Gran Hotel del Balneario de Panticosa cuenta con unas vistas inmejorables a las propias pistas de la estación con más kilómetros de España. Construido en 1896, ha sido totalmente restaurado en 2004 por Rafael Moneo, que respetó la fachada original, de Interés Turístico Nacional y se sirvió de la cantería original, reponiendo piezas nuevas, labradas manualmente, iguales a las originales. El resto son maderas de roble y piedra de Cenia pulida y abrillantada. Aloja, además, spa, gimnasio, centro de salud, piscina y el restaurante de cocina vasca Ondarribia.