Ya hace más de 10 años que Juan Miguel y Anabel nos hicieron el gran favor a los madrileños de traernos lo mejor de la gastronomía y del buen hacer de Navarra.

Sin ellos, estaríamos un poco más huérfanos de las verduras de temporada recién traídas de Azagra, sin esos pimientos de cristal hechos a la brasa de sarmientos por Pili, los primeros espárragos tiernos, las alcachofas, los tomates, el cardo, las alubias, los ajetes… Con el sabor que toda la vida tuvieron, y que cada vez saboreamos menos. Comer verdura en la Manduca es recordar el sabor de la tierra, y revivir lo que nos hace sentir.