Pero esto es solo lo que se ve, ¿y lo que no se ve?

La lenteja tiene propiedades nutritivas de sobra conocidas, su fibra mantiene la microbiota intestinal equilibrada, lo cual refuerza nuestro sistema inmunitario que tanta falta nos hace, y protege de enfermedades como la obesidad y la diabetes.

Son fuente de proteínas de origen vegetal, de hidratos de carbono y de vitaminas del grupo B. Aportan minerales tan fundamentales como el hierro, calcio, magnesio, potasio o fósforo. Además, no contienen grasas ni gluten.

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Pero uno de sus beneficios más importantes no se nota en nuestra salud individual sino en la colectiva. El consumo y cultivo de las lentejas de Tierra de Campos favorece la sostenibilidad necesaria para contribuir al cuidado del medioambiente. Ya lo dejaron claro los hermanos Roca al presentarlas en la Cumbre del Clima de 2019 en el menú de proximidad “La tierra se agota”.

Este producto de cercanía, que se siembra en febrero y se recolecta entre julio y agosto, beneficia nuestras tierras y a nuestros agricultores, además de proveernos de unas legumbres exquisitas.

Cada uno de nosotros tenemos un papel activo en el giro que necesita el planeta. En palabras de Ismael Ferrer en su ponencia Lenteja de Tierra de Campos, algo más que proteínas, “cocinar es un acto de responsabilidad.