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Infalible para el síndrome posvacacional. Los mejores champagnes del mundo

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30.08.18 Irene S.

 

La bebida de las celebraciones y de los éxitos, las burbujas más caras del mundo, y una forma única de hacer vino.

Para los que lo amamos de veras, nos resulta perfecto para cualquier hora del día y para cualquier tipo de comida: antes, durante y después.

Para los mitómanos es la bebida de la fiesta y de la alegría, se bebe en copas de cristal y zapatos de tacón, pero el Champagne es mucho más que eso.

Es el resultado del esfuerzo de los viticultores contra una naturaleza, que se convierte demasiadas veces en enemiga. Es fruto de la imaginación del hombre, capaz de moldear las adversidades para crear un vino único, tan imitado como inimitable.

Salon, Dom Pérignon y Charles Heidsieck, son algo más que tres bodegas, son tres casas únicas e irrepetibles.

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Salon:

 

El sueño de Aimé Salonun hecho realidad, un enamorado del champagne y de las tierras de Le Mesnil-sur Oger. Desde 1911 creando un caldo único, con una única variedad específica de uva, el chardonnay. Un solo terruño, la Côte des Blancs. Un solo cru, Le Mesnil-sur-Oger. Y un solo año, su añada.

Dom Pérignon:

 

El compromiso con la calidad y la exclusividad. Una marca icónica deseada por todos, uno de sus lemas es su mejor tarjeta de presentación: "Debemos manifestar nuestro ideal, nuestra singularidad, persiguiendo siempre lo absoluto. Es una búsqueda constante, en que la inspiración no pierde el misterio, para lograr que Dom Pérignon se reinvente a sí mismo con cada vintage." What else?

Charles Heidsieck:

 

Esta bodega constituye un universo de elegancia y deleite. Su equilibrio es armonioso, con una complejidad muy bien orquestada. La calidad requiere de una exigencia constante, algo que estos artesanos conocen bien. Las elecciones atípicas en cada etapa de la elaboración del champagne, orquestan el resultado final.

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