04.11.19 Julián Acebes

Porque a todos nos alegra un dulce y más aún si es de los buenos, recién sacado del horno y sobre todo, hecho con amor, dedicación y unos ingredientes de primera. Así son los que llenan el mostrador de Pastelería Lyon, caracterizada por vender productos 100% artesanos, elaborados a diario en su propio obrador.

Pasteles, pastas, bollería, tartas…  Para los más golosos cualquier excusa es buena para llevarse un dulce a la boca y al pasar por delante de los vistosos escaparates de Pastelería Lyon será muy difícil no caer en la tentación, porque siempre están repletos de tartas como San Marcos, Souflé, Selva Negra, Sacher, Milhoja de frutas del bosque... Quienes sean más de pasteles, encontrarán una amplia variedad de postres individuales; pero el verdadero dilema será escoger entre las 25 versiones mini porque los hay de todos los colores y sabores… Vamos, para todos los gustos. Para los amantes del té de las 5, sus pastas serán un acierto, con más de 20 tipos. Las palmeritas de bocado, de azúcar o chocolate, harán caer en la tentación. Y siempre disponibles durante los meses más fríos, en su respeto por la tradición, Pestiños de miel y azúcar y Huesos de San Expedito. Ah, que también podemos comprar el pan: payes, cestillo integral, pan de pueblo, torta de Aranda, chapata, baguette, pistola, mollete antequerano…

En Pastelería Lyon apuestan por el sabor, en especial por el de la tradición, y por eso acompañan cada fiesta del calendario nacional con los postres estrella del momento. En Semana Santa llegan las clásicas torrijas y las Monas de Pascua. Después será el turno de las Rosquillas de San Isidro, la Corona de la Almudena, que es una de sus recetas más demandadas, los buñuelos, el turrón… Y para empezar el año, el Roscón de Reyes, por mencionar los más destacados. Es decir, que si hay fiesta, ¡hay postre!