GASTROMADRID
REVISTA GASTRONOMÍCA Y +
real agua amarga, cabo de gata en estado puro
20.05.18 Irene S.
Un oasis en el corazón de un desierto. El Cabo de Gata es un enclave magnético, lleno de energía y poder natural, en el que sus amplias extensiones de terreno árido, su paisaje calmado y estático, y su mágica brisa primaveral, dan lugar a que el visitante pueda descansar la mirada y el alma de tanta estimulación y prisas cotidianas.
En semejante paraíso, se encuentra Real Agua Amarga, edificado en total consonancia con su entorno, fusionado con su silencio y su brisa.
El enclave es envidiable. Entre palmeras y colinas y con el mar de fondo. Con el único sonido de los pájaros, el mecer de las ramas, el correr del agua de la fuente y alguna chicharra que te hará compañía en tus pensamientos. Tendrás que coger el coche para acercarte al pueblo, eso sí, pero si buscas un paréntesis de paz en tu vida, esta es la opción.
El hotel cuenta también con unas encantadoras villas, pero nos centraremos en el espacio de La Joya, ya que es donde hemos pasado unos maravillosos días de descanso.
Nos hemos alojado en una habitación superior, la categoría más baja de las disponibles, y la verdad es que es una autentica maravilla.
Cuenta con 25m2 y otros 10m2 de patio. El espacio mis queridos viajeros es fundamental cuando estableces tu cuartel general fuera de lo que normalmente llamamos nuestro hogar. La habitación cuenta con un patio interior con jacussi que aporta una gran luminosidad, al igual que el patio delantero con todo el lateral acristalado de la habitación. Otorga una sensación de amplitud muy agradable y gratificante.
Además, un espacio de solárium en la planta de arriba te ofrece la oportunidad de un nuevo espacio para ti. Con “cómodas tumbonas y banco de construcción”, tal y como te explican amablemente al acomodarte al llegar.
Por si no lo sabéis, el número de separaciones, divorcios, discusiones y demás disputas, alcanzan su culmen en periodos vacacionales. Disponer de un multiespacio donde poder moverte con libertad, elegir entre varias opciones para simplemente sentarte a mirar al vacío, es invertir en bienestar, y en futuro conyugal. Cuando te reencuentres al final de la tarde, tendrás mucho que contarle a tu partenairee. De nada.
El baño merece un capítulo aparte. Me declaro una fan absoluta de la alta presión del agua, que cuando abras el grifo te mande a la otra punta de la ducha, menuda gozada! Esto unido a la original idea de la ducha con doble alcachofa para duchas compartidas, los amenities de Rituals, de nuevo el espacio amplio que en ningún momento se racanea, lo convierte en otro espacio en el que pasar unos agradables momentos.
Los espacios comunes son una continuidad de El Cabo de Gata. La tranquilidad que se respira en la piscina, donde se sirven los desayunos, los jardines perfectamente cuidados con un detalle y esmero que te dejan boquiabierto, y sobre todo el silencio que garantizan los hoteles de adults only... so sorry papis...
Todo paraíso tiene un pero. Hasta el mismísimo Edén tenía sus cosillas...
Tres días a la semana, se ofrece un servicio de cenas, previa reserva concretando los platos que se van a consumir, de la carta disponible. Pues bien, la propuesta gastronómica, bajo mi humilde óptica, no está a la altura del resto del hotel. Es sorprendente a veces como algunos establecimientos impecables, se meten en jardines en los que se aprecia claramente que no se manejan con soltura, porque no son su terreno. No es necesaria esta desilusión dentro del paraíso, aunque nos haga volver a la cruda realidad del business... El tiempo de espera es desproporcionado, más de 25 minutos cuando ya se habían detallado los platos a consumir; el servicio inexperto e insuficiente, 1 sola persona en sala para 12 comensales en 4 mesas; la calidad de los platos, insuficiente de nuevo, alarmantemente insuficiente! Como un costillar de cordero insipido o un lomo de atún decepcionante.
No hace falta, de verdad que no, hay propuestas mucho más sencillas y sinceras con las que dar a los clientes ni mas ni menos que lo que uno sabe hacer, y esa honestidad siempre se agradecerá.
Por lo demás, recomendamos con entusiasmo la estancia en Real Agua Amarga, ¡Os aseguramos que no os arrepentiréis!