10.07.21 Irene S.

 

Hace alrededor de un año que El Paeller -el primer enlatado de paella a leña que permite disfrutar de una paella excepcional, sin importar la ubicación, y en solo 18 minutos-, aseguraba que comer auténtica paella valenciana en cualquier rincón del mundo sería posible. Con el fin de romper con la demonización de la tapa de paella, El Paeller desembarca en la capital para ofrecer su paella elaborada a fuego de leña, obra del mestre paeller Rafa Margós, como tapa en La Retasca, la tasca más castiza de Bulbiza.

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Dentro del universo de la tapa, consumición acompañada de un aperitivo, hay un aspecto muy curioso en la tradición castiza de la ciudad cuando llega a la mesa el momento paella como tapa. “Algo que solo ocurre en Madrid. En ninguna otra zona con gran tradición de tapas como Andalucía o el norte sucede este fenómeno, obviamos Comunidad Valenciana en donde sería poco menos que un sacrilegio” suscriben los cofundadores de Wikipaella, al frente de El Paeller, Guillermo Navarro y José Maza. Además, solo se circunscribe al fin de semana, creando alrededor de la tapa de paella algo así como un mini momento festivo, una pequeña dosis de la catarsis que supone la paella completa.