El postre más bailón llega a tu mesa. Sencillo y más antiguo que el hilo negro, lleva siendo la delicia de generaciones desde los mismísimos fenicios.
Aquí va la receta para que te lances a hacerlo casero y sorprender en tu casa y sobre todo, a ti mismo.
Solo recuerda el consejo de las mamás: ten cuidado con el caramelo, ¡que quema una barbaridad!
Receta de flan casero
Ingredientes para el flan:
750 gr. de leche entera.
6 huevos.
125 gr. de azúcar.
Rama de canela.
Vaina de vainilla.
Ingredientes para el caramelo:
100 gr. de azúcar.
4 cucharadas de agua.
Unas gotas de zumo de limón.
Elaboración:
Infusiona la leche con la canela y la vainilla. Para ello, caliéntala a fuego medio en una cazuela en la que habrás echado la rama de canela y la vaina de vainilla. Cuando rompa a hervir retírala del fuego y déjala tapada una media hora.
Prepara el caramelo mezclando el azúcar, el agua y el limón en un cazo a fuego medio. Remueve para ayudar a disolver con una cuchara metálica, y sácala para dejar que tome su característico color dorado. Cuando lo tenga apártalo del fuego con muchísimo cuidado de no quemarte.
Calienta el horno a 160 grados arriba y abajo.
Mezcla en un bol 4 huevos enteros más otras 2 yemas y el azúcar. Solo mezcla, no batas porque haría espuma.
Cuela la leche que ya estará fría y mézclala en el bol con los huevos y el azúcar.
Rellena los moldes de flan con la mezcla y colócalos en la bandeja del horno que vayas a usar. Es recomendable que la bandeja tenga cierta altura, porque la llenaremos de agua hasta cubrir el nivel de la mitad de los moldes.
Metemos en el horno a media altura durante unos 45 minutos. Al estar metidos en agua, los flanes se están cocinando al baño María.
Déjalos enfriar al sacarlos del horno y mételos en la nevera durante 3-4 horas.
Desmóldalos con cuidado y cúbrelos con caramelo… ¡De-li-ci-o-sos!
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