Quiénes ya nos conocéis sabéis que nuestro amor por el comer no tiene fronteras y nos encanta cualquier tipo y estilo de cocina.
En la gastronomía griega hay un plato que es mundialmente conocido, llegando casi a ser un emblema de la misma… Así es, ¡os hablamos de la musaka! Aunque, hay algo que mucha gente no sabe y es que este maravilloso bocado tiene su origen en la cocina palestina. Es un plato fácil de elaborar, que a todo el mundo le encanta y que no podía faltar en nuestra sección de recetas.
Nuestros amig@s de Hero, uno de nuestros tomates fritos favoritos, nos han dado la receta para preparar su versión de la musaka, por supuesto, con su fantástico tomate frito incluido.
¡Tomad nota!
INGREDIENTES (para 4 personas)
3 berenjenas
1/2 Kg de carne picada
1 bote de tomate frito de temporada de Hero
2 cebollas
3 dientes de ajo
4 cucharadas vino blanco
1 vaso leche
1 pizca sal
1 pizca pimienta
1 pizca orégano
1 cucharada harina de maíz
ELABORACIÓN
Lamina las berenjenas longitudinalmente en rodajas no demasiado finas y espolvorea sal por encima. Déjalas unos 10 minutos para no estén amargas.
Lava las berenjenas y fríe las rodajas a fuego medio hasta que se doren. Resérvalas sobre papel de cocina que absorba el exceso de aceite.
Precalienta el horno a 200ºC.
Sofríe la cebolla con los ajos picados, a fuego medio en el aceite caliente.
Añade la carne picada, un poco de sal, pimienta y orégano, y cuando esté medio hecha, añade el vino.
Cuando la carne esté hecha, añade el tomate frito y cuece todo junto unos 5 minutos más.
Prepara la bechamel calentando la leche a fuego lento excepto 2 dedos que dejas en el vaso para disolver la harina de maíz. Cuando la leche empiece a hervir, añade la mezcla de leche y harina de maíz del vaso y un poco de sal, sin dejar de remover hasta que espese.
Retira la bechamel del fuego.
En una fuente de horno pon una capa de berenjenas fritas, una de relleno, otra de berenjenas, otra de relleno, y acaba con una de berenjenas. Echa la bechamel por encima de las berenjenas, y después un poco de queso rallado.
Hornea unos 25 minutos hasta que el queso se gratine un poco.
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