No hay verano sin gazpacho y a estas alturas ya habrás ingerido más de un vasito o cuenco de esta receta sencilla y refrescante que tiene su origen en los campos de Andalucía, donde saben mucho de combatir el calor.
El gazpacho tiene gran valor energético y nutritivo, además de ser muy agradecida al bolsillo, así que haz tu propio gazpacho y no lo compres envasado. Disfruta del proceso y resultado de este súper refresco que nos ofrece la huerta.
Ingredientes para 4 personas
12 tomates pera, cuanto más maduritos mejor
1 pimiento verde italiano
2 dientes de ajo
1/2 pepino
2 rebanadas de pan blanco “de ayer”
50 ml de aceite de oliva virgen extra. Usa el mejor aceite que encuentres en el mercado, este es el ingrediente que marca la diferencia (chorretón generoso)
Vinagre de Jerez al gusto (chorrito)
200 ml de agua
5g de sal (pellizco)
Preparación:
Lava los tomates y el pimiento. Pela el pepino y los ajos.
Tritura todos los ingredientes en un vaso de batidora o de Thermomix (mucho mejor) y bátelo hasta conseguir una crema totalmente fina y suave.
Añade el aceite, vinagre, agua y sal, vuelve a batir y busca una textura emulsionada.
Prueba y rectifica de sal si es necesario.
Pásalo por un colador fino para evitar restos de pieles o pepitas.
Enfría en la nevera durante 3 ó 4 horas y ya tienes el plato más refrescante y sano del verano. Un subidón de energía natural.
Puedes encontrar otras muchas recetas de gazpacho. Cada familia, pueblo y región tiene la suya, y todas son deliciosas. Hay quien acompaña el gazpacho con una guarnición de sus ingredientes picados a cuchillo, lo cual consigue un simpático juego de texturas, pero a nosotros este gazpacho nos gusta con unas lascas de jamón ibérico en todo lo alto, para cubrir el aporte proteico, y porque nos pierde el jamón.
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Yo le pongo una pizca de comino y me queda estupendo